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El Amanecer del Constitucionalismo Liberal y Burgués
Tipo: Apuntes
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Grecia: La Semilla de la Democracia y la Ley Natural En la Antigua Grecia, el "constitucionalismo" no era un documento escrito, sino una idea de cómo debía funcionar la ciudad-estado (Politeia). Filósofos como Aristóteles vieron la constitución como el "estilo de vida" de una comunidad, más allá de unas reglas. Aunque no tenían constituciones modernas, desarrollaron la idea de una ley natural o superior, una especie de código moral universal al que las leyes humanas debían someterse. La democracia ateniense fue un gran avance, permitiendo la participación directa de los ciudadanos varones en la Asamblea, sentando las bases del gobierno popular. Los filósofos estoicos también aportaron al enfatizar una ley universal que trascendía fronteras, ideas que más tarde influirían en Roma. Roma: Controles y Equilibrios, y la Soberanía Popular Roma tomó las ideas griegas y las hizo más prácticas. La República Romana estableció un ingenioso sistema de controles y equilibrios entre cónsules, el Senado y las asambleas, con un poder de veto ("Yo prohíbo") que limitaba el abuso de poder. Polibio fue el primero en documentar este sistema. Roma también introdujo la crucial idea de la soberanía popular, donde el poder legal emanaba de todo el pueblo. Filósofos como Cicerón reforzaron la noción de una "verdadera ley" universal e inmutable, influyendo profundamente en el derecho occidental. La "constitución mixta" de la República Romana sirvió de inspiración (y advertencia) para futuros pensadores, como los Padres Fundadores de Estados Unidos, que buscaron evitar su eventual caída en la autocracia. Edad Media: Limitando el Poder y el Surgimiento del Estado de Derecho La Edad Media sentó nuevas bases para el Estado de Derecho. El feudalismo, con sus contratos entre señores y vasallos, introdujo la idea de obligaciones recíprocas y un poder monárquico limitado. La Carta Magna (1215) fue un hito crucial al obligar al rey a respetar procedimientos legales y reconocer derechos (inicialmente a la nobleza), inspirando principios como el debido proceso y la no imposición de impuestos sin consentimiento. La Iglesia Católica también fue un contrapeso al poder real, desarrollando el derecho canónico y promoviendo principios éticos. Finalmente, el surgimiento de cuerpos representativos como las Cortes de León y el Parlamento inglés permitió que distintas partes de la sociedad participaran en las decisiones, fortaleciendo la idea de un gobierno limitado. En conjunto, estas etapas muestran un camino gradual hacia sistemas de gobierno más limitados, responsables y con mayor participación ciudadana, marcando el origen de muchos de los conceptos que hoy definen el constitucionalismo moderno. El Amanecer del Constitucionalismo Liberal y Burgués: La Guerra Civil Inglesa (1642-1651) y la Revolución Gloriosa (1688-1689) fueron fundamentales en la lucha por el constitucionalismo en Inglaterra, lo que finalmente condujo al establecimiento de una monarquía constitucional donde el poder del monarca estaba limitado por la ley y el Parlamento tenía la supremacía. La Declaración de Derechos de 1689 (Bill of Rights) fue clave ya que estableció que: