

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
historia sobre crimen, castigo y violencias en mexico
Tipo: Resúmenes
1 / 3
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
157
Elena Azaola Crimen, castigo y violencias en México Serie Ciudadanía y Violencias, FLACSO – MDMQ, Quito, 2008, 335 págs.
Los artículos de Elena Azaola compilados en este libro, analizan la criminalidad y los dere- chos humanos en México a través de distintos capítulos que, como la autora lo indica, son parte de estudios más profundos. Ubicarlos en una sola publicación implica el riesgo de excluir información importante. Sin embargo, esta panorámica general también abre inquie- tudes que remiten a la búsqueda de material adicional o de los mismos estudios completos de la autora. El texto presenta una realidad descarnada, dolorosa, que situada geográficamente en México, alcanza con su evidencia a otras reali- dades de Latinoamérica. Expone la vulnerabi- lidad de la población en general, pero también la de las instancias reguladoras del orden y garantes de la seguridad y sobre todo, la vulne- rabilidad de los derechos. Sus textos actualizan la discusión de la discriminación por condi- ción de género y etnia en las prisiones, y la es- trecha relación entre el maltrato y abuso en la infancia y la criminalidad.
La criminalidad, la violencia y los derechos humanos van de la mano del contexto políti- co; en el caso Mexicano, no se han concretado cambios en las estructuras del Estado, especial- mente la judicial que históricamente ha sido la más desgastada y a la vez una de las más pode- rosas. Las escasas garantías procesales, la tortu- ra, la impunidad y la criminalidad se mantie- nen sobretodo en las narco-fronteras. Por otra parte, existen diferentes y numerosas instan- cias para la defensa de los derechos humanos, muchas de ellas vinculadas a círculos de poder y/o dirigidas por ex-funcionarios públicos cuestionados, que ofrecen pocas garantías para la defensa eficiente y transparente de estos derechos. Su función, desconocida por la ma- yor parte de la población, es percibida como incoherente y vista con desconfianza. Aunque en la última década los organismos públicos de derechos humanos (aliados con la sociedad civil) han logrado reducir en algún grado la violación de derechos y el abuso de poder, esto sigue siendo un reto, al igual que la disminu- ción de la corrupción y el uso óptimo y trans- parente de los recursos públicos. Por otra parte, el análisis sobre la policía destaca las relaciones de poder entre el Estado y la policía, la policía y la ciudadanía y al inte- rior del sistema policial. Esta constante tensión se basa en las inequidades que sufren los dife- rentes elementos de la fuerza pública en cuan- to al salario, horarios, equipamiento, posibili- dades de ascenso y mejores condiciones labora- les. A través de los testimonios de policías de distintos rangos, la autora expone la fragilidad camuflada constantemente en una coraza de autoritarismo y poder que recae sobre la ciuda- danía. Autoritarismo y poder que están presen- tes también al interior de la institución policial en la que existen redes de corrupción, extor- sión, silencio y fidelidad a un grupo exclusivo y limitado de policías. Al igual que sucede en nuestro medio, ser un policía es una vivencia ambivalente: de poder pero a la vez vergonzo- sa, de vocación pero a la vez de sobrevivencia. Ellos mismo son parte de la población, pero a
la vez están sobre y contra ella; la ciudadanía puede ser el protegido y el enemigo, lo mismo que sus propios compañeros de profesión. Desde una perspectiva psicoanalítica esta es una perfecta vivencia esquizofrénica con un alto grado de disociación. Otro elemento des- tacado por Azaola es la percepción que la ciu- dadanía tiene de los policías como elementos corruptos, en la medida que conocen no sólo de las “pequeñas” extorsiones cotidianas, sino delitos más graves y mayores, relacionados so- bre todo con el tráfico de drogas y robo de ni- ños. En el análisis de la experiencia de los poli- cías linchados y quemados en Tláhuac, sin ninguna intervención de sus compañeros y au- toridades para detener estos eventos, se eviden- cia la incapacidad de la misma institución y sus funcionarios para asumir las deficiencias en y de su misma institución. Lo descrito nos lleva a considerar nuestros escenarios más cercanos, y su análisis y refle- xión a preguntarnos ¿cuánto puede el Estado ocuparse del “cuidado” de la ciudadanía en general?, si no ha podido asumir eficientemen- te el cuidado de sus propias instituciones en- cargadas de garantizar la seguridad ciudadana. En la sección referente al sistema carcelario se evidencia que la sobrepoblación, la deficien- te inversión de recursos del Estado y la crimina- lización de la pobreza, contribuyen a que se reproduzca un sistema violento, donde grupos exclusivos determinan la dinámica interna de las prisiones y ejercen poder sobre los más po- bres, mediante una normativa paralela a la ofi- cial. En este sistema, las mujeres, que general- mente son un porcentaje reducido de la pobla- ción carcelaria, son las más afectadas. Bajo el argumento de que son pocas no se priorizan espacios específicos ni condiciones que les per- mitan “rehabilitarse”. El acceso a educación y capacitación es privilegiado para los hombres, quedando poca oportunidad para que ellas lo aprovechen. En la mayoría de casos, la condena es para toda la familia, especialmente cuando sus hijos e hijas están privados de libertad, encarcelados a su lado por no tener quien
asuma su cuidado en el exterior. Igual que su- cede con las mujeres en las prisiones de nuestro país, las que Azaola entrevista, evidencian histo- rias de vidas disfuncionales y caóticas en donde la violencia y el abuso han sido constantes. En muchas ocasiones la comisión de un delito está generalmente influida por la relación de pareja, particularmente en el caso de las “mulas”. Como otros estudios en Ecuador^1 , el texto de Azaola evidencia como el juego de seducción y afecto por parte de los hombres pesa notable para que las mujeres acepten servir de “mulas” o auto-inculparse para protegerlos. Así, al interior del sistema penitenciario las mujeres son doblemente invisibles y vulnera- bles; pero, de este grupo, las mujeres indígenas lo son más. El analfabetismo, el idioma y la pobreza son factores que las ponen en gran desventaja tanto fuera como dentro de las pri- siones. Con frecuencia han sido usadas como “mulas” bajo amenaza en contra de su familia, hijos o pareja. En otros casos, han sido tortu- radas para confesar delitos que no cometieron, se las ha separado e incomunicado y se las ha juzgado en procesos dudosos, en una lengua que no es la suya; por lo tanto, las condiciones en las que viven el encierro son aún más catas- tróficas. Lo cierto es que con una historia de vulnerabilidad y discriminación, con oportu- nidades de desarrollo mínimas y maltratantes, indígenas o no, las mujeres usualmente viven las escasas oportunidades y servicios de la pri- sión como si fueran un privilegio, con lo cual queda de manifiesto que la fragilidad e inde- fensión en la que vivieron fuera de prisión se extienden en su interior. Como parte del análisis de género y violen- cia, Azaola recoge uno de los casos calificados de negligencia intolerable por parte del Es- tado: las mujeres asesinadas en Ciudad Juá- rez. Con base en los argumentos de Todorov
158
Reseñas
1 Torres, Andreina, 2008, Drogas, cárcel y género en el Ecuador, la experiencia de mujeres “mulas”. Abya Yala, FLACSO Ecuador, Quito y Coba, Liset, 2004, Motín y amores en la cárcel de mujeres del Inca, Tesis de maes- tría, UASB.